Sabemos que a nadie le apetece llegar al mostrador y empezar a hablar de picor en la vulva (por cierto, ¿te la has mirado en la última semana?), ni de rozaduras entre las piernas ni de rodillas secas como elefantes. Es una mezcla entre tabú y pereza, lo sabemos. Pero también son conversaciones importantes que debemos tratar porque te ocurre a ti, y también a nosotras.
1. Hablemos de vulvas que se resienten
Pican, a veces se enrojecen, a veces nos sentimos incómodas. Y nosotras siempre os preguntamos ¿Te lavarías el cabello con el mismo gel que te lavas el cuerpo? Pues eso, cada zona tiene su truquillo y para nosotras el cuidado íntimo es sinónimo de calmar, refrescar, equilibrar y sobre todo fortalecer la microbiota vaginal que cuando se altera nos da la lata.
Por eso recomendamos para la higiene íntima el gel de Apivita PLUS con propóleo y árbol de té que deja la zona fresca y protegida.
Y si eres propensa a picores o irritaciones, el CremiGel Íntimo de Ozoaqua que calma, hidrata y regenera.
2. Muslos que se rozan al andar con talla 36 o 42
La cosa no va por tallas y tampoco es una de las conversaciones preferidas entre amigas ni mucho menos en la farmacia pero debemos tratarlo porque andar y movernos es absolutamente necesario. Si es algo puntual para una caminata larga o vaqueros nuevos solemos recomendar algo fresquito, fácil de llevar en el bolso para retocar y que no engrase.
Nos gusta mucho el Cicabio Creme de bioderma por su rápida acción y múltiples usos.
Pero, si es recurrente aquí sacamos toda la artillería…
Jabón en pastilla de Ozoaqua para usar en la ducha y aceite de la misma marca mañana y noche. También te recomendamos usar más pantalones que falda, las bragas pantalones-faja que previenen la rozadura y ya de paso te dejan cuerpazo e hidratar mucho los muslos, son tu talón de aquiles, ¡a por ello!
3. Rodillas secas como elefantes
Pocas personas nos acordamos de las rodillas pero cuando pierden firmeza y cuelgan con vida propia, a la hora de depilarnos o cuando usamos autobronceadores madre mía… ¡Qué difíciles son! La mejor forma de cuidarlas es exfoliarlas con Elancyl 2-3 veces por semana, ya que tiene el tamaño de grano perfecto para renovar las células y con el masaje ayudarás a activar la circulación, detoxificarás y pondrás a raya las celulitis. Fuera de la lucha aplicaremos Elancyl Gel Reductor para hidratar y dar firmeza: su tacto es super suave y podrás vestirte de inmediato.
Un secreto… ritual válido para vientre, brazos y caderas 😉
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